Lo único que pudimos ver fue la plaza del pueblo con sus terrazas llenas y muchas familias pasando el día con sus vecinos. Música sonado, actividades para los más pequeños y poco más, total que nos quedamos sin ver como funcionaba el tema del mercado en la calle! Pasamos una agradable mañana en Edam un bonito y tranquilo pueblo.
Lectores pelirrojos, si algún día vais a Holanda el 30 de abril os sentiréis los más envidiados de allí donde esteis! Este día aquí, los niños se pintan la cabeza de naranja para parecerse a nosotros!! Que gran sensación..
Vale la pena acercarse no por el paseo laguitimo si no por el entramado de calles que se encuentras detrás de este. Un auténtico laberinto entre casas y jardines te da otra visión mucho más auténtica y relajada de lo que en sus orígenes fue el puerto de Edam y que más tarde se convirtió en el pueblo de Volendam.
Pasamos noche en Volendam y a la mañana siguiente nos dirigimos a Monnickendam otro pueblo de la zona de Waterland.
Es un pueblo pequeño sin demasiadas virtudes. Pero como todo pueblo holandés te ofrece una buena atmósfera para pasear y disfrutar de sol que nos acompaña desde hace muchas semanas y hay que aprovecharlo porque como nos dicen los holandeses, esto no es normal!
Al día siguiente emprendimos ruta hacía el aeropuerto, Irene viajaba a Barcelona.
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