Suponemos que la mayoría de vosotros, igual que nosotros antes de llegar aquí, no tenéis ni idea de quien son los Sámis.
Pues bien primero de todo vamos a intentar hacer una explicación sobre este pueblo, el último pueblo indígena de Europa quien desde hace unos 10.000 años habita estas zonas recónditas del norte del continente.
Los Sámis son un pueblo de origen nómada y que hasta la aparición de los estados tenían basada su sociedad en Siidas, pequeños grupos de familias los cuales se repartían el territorio de la pesca y de la caza en función de las necesidades de cada familia, cuantos más eran más territorio les pertocaba. Otra de las actividades llevadas a cabo era y es la recolección de frutos y bayas, muy habituales por estas latitudes y que les servía tanto de alimento como de medicina.
La vida de los Sámis no tendría sentido sin la existencia del reno, inicialmente era su principal presa y sustento ya que de él se alimentaban, se vestían, bebían su leche y la utilizaban para hacer derivados.
En verano, el momento dedicado a aprovisionarse de alimentos para el duro invierno, vivían en kotas temporales, pequeñas tiendas de estructura de troncos y recubierta por pieles, que les permitían desmontarlas con facilidad y así poder seguir a sus presas. Estas kotas son muy similares a las tiendas que todos tenemos en mente de los indios americanos.
Durante el invierno, época de sociabilización, era el momento en que los miembros de las siidas debatían sus problemas internos y se relacionaban con miembros de otras siidas, las cabañas eran de mayor tamaño y solían utilizar para su construcción la misma estructura de troncos pero en este caso recubierta por pieles, tierra y vegetación, lo que ayudaba a aislar termicamente y sobrellevar mejor los gélidos meses invernales La foto pertenece al exterior del museo Sámi de Karasjok.
A partir del siglo XVI empezó la domesticación de los renos, cosa que cambio en cierta manera su estilo de vida, pues ahora ya no cazaban a renos salvajes si no que crearon una vida conjunta entre ellos y los renos, de esta manera podían utilizarlos además de para comer y vestirse, para transportar todas sus pertenencias y alimentos durante las migraciones y para que en invierno tiraran de los trineos.
En la actualidad la figura del reno continua siendo de gran importancia, un 15% de la población Sámi sigue dedicándose al pastoreo, aunque en vez de seguir sus migraciones como antaño hoy en día utilizan teléfonos móviles, motos de nieve y en ocasiones hasta helicópteros para recoger en invierno a los rebaños y llevarlos a los corrales. Prácticamente el 40% sigue viviendo directa o indirectamente de este animal. Otras principales fuentes de ingresos son la artesanía, duodji, y el turismo. La foto esta tomada en el museo sami de Karasjok que muestra como se sigue llevando a cabo el pastoreo de renos en nuestro días.
Actualmente es difícil encontrar poblados de kotas como los descritos en párrafos anteriores (alejándote de actividades turísticas y museos) pero es fácil encontrarte con kotas en los jardines de las viviendas, probablemente utilizadas por los miembros de las familias para realizar sus celebraciones tradicionales. Lo más cercano a un poblado antiguo que hemos podido encontrar, pero en versión moderna, fue yendo hacía Kautokeino por tierras finlandesas. En medio de la nada divisamos un conjunto de barracones presididos por la bandera Sámi, rápidamente dimos la vuelta y fuimos a dar un paseo pudiendo ver claros signos de vida en el lugar, una parabólica vale más que mil palabras!
Durante toda su historia el vínculo existente entre los Sámis, como en la mayoría de pueblos indígenas, y la naturaleza ha sido y sigue siendo muy fuerte y en ello se basan parte de sus creencias religiosas las cuales consideran al sol como el padre, a la tierra como la madre y dotando de alma a todos los elementos de la naturaleza. Son un pueblo que cree en varios dioses y la relación con estos se lleva a cabo mediante la figura del chamán, Noaidi, el miembro más importante de la comunidad, quien golpeando su tambor, goavddis, entra en trance y se comunica con los dioses para pedirles consejo y determinar que les ocurrirá a los miembro de su comunidad.
En el tambor se representan escenas de la vida cotidiana, de los dioses, de los lugares de culto, de la naturaleza y habitualmente es el sol el que goza de una posición privilegiada. A continuación os dejamos una foto del que pudimos ver en el museo de Karasjok.
Con la llegada de la cristianización forzada a territorio Sámi, en el siglo XVII, la figura del chaman y su tambor prácticamente desapareció pues estos fueron acusados de brujería y arrestados o quemados en la hoguera
Hoy en día la mayoría de Sámis son cristianos aunque también queda viva la figura del chaman, como pudimos ver en una fotografía actual en el museo de Karasjok, que muestra una mujer chaman con su tambor.
Otro de los elementos culturales que definen al pueblo Sámi es un canto rítmico denominado Yoik el cual puede tener letra, en ocasiones irreconocible, o simplemente estar formado por onomatopeyas que representan animales o sonidos de la naturaleza. Habitualmente es a capella, pero en ocasiones puede ir acompañado de instrumentos de percusión, como el tambor chamánico o de viento como una flauta de 3-5 agujeros denominada fádnonjurgganas. Actualmente podemos escuchar yoiks acompañados de otros instrumentos modernos.
Su principal característica distintiva es que no habla sobre algo o alguien sino que es ese algo o alguien y como dice Mari Boine, una del las cantantes de yoik más destacadas de hoy en día, "no cantamos yoik sobre algo o alguien, decimos que ese algo o alguien es yoik".
Hay principalmente dos tipos de yoik, los personales y los no personales. En los personales la letra no es demasiado importante y se representa la esencia de esa persona principalmente mediante la melodía y la gesticulación. Es interesante conocer que en la antigüedad cada persona tenía su yoik y conforme se iba haciendo mayor se iban añadiendo a este nuevos rasgos distintivos, se iba formando el yoik como se forma la persona. Además estos se podían modificar en diferentes ocasiones, por ejemplo en caso de una situación de enfado se podían añadir versos denigrantes o en caso de enamoramiento versos de alabanza.
En relación a los no personales, podemos encontrarlos de animales, de lugares, de situaciones, de fenómenos naturales y hoy en día hasta de motos de nieve.
Hasta 1619 no apareció el primer libro escrito en sámi por lo que los yoiks fueron y siguen siendo de vital importancia para trasmitir de generación en generación sus costumbres, leyendas, normas sociales, etc.
Para acabar con esta explicación sobre los yoiks os dejamos un vídeo del concierto que se celebra en Semana Santa, importante festividad Sámi, en Kautokeino. Nosotros no hemos tenido ocasión de poderlos escuchar en directo, tan solo por la radio, aunque debe ser una grata experiencia.
Existen 10 variedades dialectales del Sámi, dependiendo de la región geográfica donde se encuentren, los que gozan de mayor número de hablantes son el Sámi del sur, el del norte y el skolt (del este).
A consecuencia de las políticas de asimilación implantadas por lo gobiernos escandinavos durante el siglo XIX un tercio de los hablantes perdieron el conocimiento de su lengua, pero gracias a políticas aplicadas posteriormente en favor de las minorías culturales hoy en día es posible aprender este lenguaje en las escuelas y es cooficial desde 1992 en Noruega y Finlandia.
Un buen ejemplo de la recuperación del idioma es la ciudad de Kautokeino, donde actualmente el 85% de la población habla Sámi.
Y así fue, dando un paseo por la ciudad pudimos encontrar a varias mujeres, todas ellas de avanzada edad, vistiendo esos preciosos trajes. Hasta tuvimos la suerte que una de ellas poso para nuestra cámara.
Durante el siglo XIX con el incremento de los asentamientos en la zona norte los gobiernos escandinavos decidieron favorecer los intereses de la mayoría y dañaron aún más el lenguaje y la cultura del pueblo que llevaba allí más de 10.000 años. Prohibir la enseñanza del idioma en las escuelas e intentar que abandonasen su estilo de vida nómada fueron algunas de las políticas aplicadas.
A finales del siglo XIX al ver que la situación cada vez iba a peor decidieron usar la fuerza de la unión para combatir el trato vejatorio y así se realizó en 1917 la primera reunión entre los clanes del norte y del sur. En 1953 tuvo lugar una conferencia basada en promover el derecho a disfrutar de sus recursos naturales y la recuperación su idioma. Pero no fue hasta finales de los 60 cuando hubo un fuerte resurgir, se establecieron las bases para crear instituciones que defendiesen los intereses de este pueblo, tal como los diferentes parlamentos, Sámediggi, creados en Finlandia, Noruega y Suecia a lo largo de las tres dácadas siguientes. El útlimo instrumento de autogobierno creado fue en el 2000 el Consejo del Parlamento Sámi que reune a los miembros de los parlamento locales para defender la voz de este pueblo a nivel internacional.
Nosotros tuvimos la oportunidad de conocer el parlamento de los Sámis noruegos, situado en Karasjok. El edificio esta compuesto por una enorme biblioteca donde se promueve su literatura y una enorme kota de madera donde se realizan los plenos del parlamento.
Una vez hecha esta introducción sobre el pueblo Sámi vamos a explicar la ruta que nos llevó a poder conocer esta ancestral cultura, totalmente desconocida por nosotros.
Como hemos comentado párrafos atrás partimos de Tromsø dirección a Kautokeino y la ruta más lógica nos hacía entrar en Finlandia, hecho que nos hacía ilusión pues siempre es curioso cruzar fronteras y conocer nuevos lugares. No pudimos empezar mejor nuestra relación con el país vecino pues al parar para comer conocimos a unos autocaravanistas finlandeses que tenían que devolver la ac de alquiler y nos regalaron un montón de comida. Muchas gracias!
Continuamos nuestra ruta y cruzamos sin ningún problema al país vecino y la cosa siguió yendo de maravilla pues por la noche volvimos a tener el magnifico espectáculo de la aurora boreal danzando sobre nuestras cabezas y además descubrimos que no hacía falta salir a la intemperie a observarlas pues en casa tenemos un magnifico observatorio!
Todo el trayecto por este nuevo país era absolutamente desolador, grandes extensiones de tundra, sin ni rastro de vida humana durante muchos y muchos kilómetros, pudimos experimentar una soledad entrañable! Lo que más nos llamo la atención fue ver que al lado de la carretera había otro carril dedicado a motos de nieve, empezábamos a darnos cuenta de lo que iba a ser el interior de Escandinavia! Y así llegamos a Enontekiö, un pueblo sin ningún atractivo pero donde pudimos volver a comprar en un supermercado en euros y poner gasolina a un precio aceptable! Mirar con que especie de super calabaza nos dieron la bienvenida!
Repusimos y continuamos hasta Kautokeino, el pueblo con mayor número de habitantes de habla Sámi y donde, como ya hemos comentado antes, vimos a varias mujeres vistiendo el kelt. El pueblo no tiene mayor interés que lo citado pero nos llevamos una de las sorpresas más gratas que podíamos esperar, otra noche con la aurora boreal sobre nuestras cabezas! Este día fue el más espectacular pues las formas y colores que pudimos contemplar no los habíamos visto en las anteriores ocasiones, tonos verdosos, blancos, rosáceos, lilosos cubrían el cielo de Kautokeino, simplemente maravilloso!
Al día siguiente aún alucinados con el espectáculo que habíamos visto la noche anterior continuamos con nuestra ruta hacía Karasjok la capital institucional Sámi. Al llegar a este pueblo, el cual tampoco tiene ningún atractivo si no es que tienes interés en conocer más sobre esta cultura, encuentras el edificio del parlamento, el Sápmi park, y el Museo Sámi.
Teníamos duda de que ir a visitar si el Sápmi park o el museo, pero rápidamente tras tantear la zona aclaramos nuestras ideas. El primero de ellos es un parque temático basado en la forma de vida y costumbres de este pueblo donde proyectan un vídeo, tienes ocasión de ver los diferentes tipos de cabañas en cuyo interior suponemos que se muestran diferentes actividades propias de este pueblo y también hay un par de pobres renos cercados en un recinto a modo zoo. Francamente nos pareció como un gran zoo de Sámis, donde no íbamos a ver nada que no hubiéramos visto en todos los kilómetros recorridos por Sápmi (hay que mencionar que todas las cabañas estaban cerradas) y pagar 100 Kr cada uno para ver un vídeo nos pareció excesivo, así que decidimos ir al museo.
Este está dividido en tres salas, el hall donde se proyectan una serie de fotografías del pueblo de Karasjok en años anteriores, de las celebraciones Sámis de Semana Santa y de otros muchos actos de esta comunidad. En la primera sala de exposiciones se muestra el panorama actual del pueblo Sámi a partir de unas fotografías acompañadas de una explicación, solo en inglés, de la vida de diversos miembros de este pueblo pertenecientes a diferentes comunidades: los del Norte, los Lule, los Skolt, a los del Valle del Setesdal y los Rusos.
Entre ellos podemos encontrar al pastor de renos y la mujer chaman que hemos presentado anteriormente o a este joven niño que ya va aprendiendo las técnicas de afilado de madera que usaban sus ancestros.
Otra sección muestra objetos de artesanía, duodji, realizados con materiales tradicionales como piel, huesos, cuerno o madera. Entre estos destacan los cuchillos, las cucharas, las evillas de cinturón, las bolsas tipo zurrón, los tambores chamánicos, etc.
En el exterior del museo hay una nuestra de los otros tipos de kotas que han ido constituyendo los diferentes campamentos en las diferentes regiones y en las diferentes situaciones.
Pasamos prácticamente tres horas disfrutando de hasta el últimos rincón del museo y creemos que la decisión fue acertadísima. Un lugar muy recomendable para conocer un poco más a este interesante pueblo.
Por si queréis conocer más sobre el pueblo Sámi hay un compañero del foro acpasion.com que ha escrito en su blog un gran relato sobre este pueblo tras su vista este verano a Sápmi, os dejo el link a continuación:
http://terraxaman.blogspot.com/2011_08_19_archive.html
¡Fantástico y detallado relato de la historia y cultura Sami!
ResponderEliminarEs curiosa ver la integración de este pueblo nómada al siglo XXI. Cuando yo vivía en Noruega tenía un par de amigos sami, que estudiaban en la universidad de Trondheim y era curioso hablar con ellos de las antiguas costumbres de su pueblo.
Muchas gracias! Fue un poco laborioso poder sintetizar la cultura y la historia de un pueblo que lleva vivo más de 10.000 años en unos cuantos párrafos, pero hay que tener en cuenta que nuestro objetivo es crear un blog más de temática "viajera" que antropológica.
ResponderEliminarNos alegra oír que te ha gustado, pues hemos conseguido nuestro objetivo!
Que suerte haber podido escuchar las costumbres directamente en boca de sus miembros, nosotros nos hemos tenido que conformar con leer y ver lo que nos ofrecían los museos!
Saludos!