FINLANDIA - CRUZANDO TIERRA SÁMI - DE NEIDEN A SAARISELKÄ

Tervetuloa Suomi! (Bienvenidos a Finlandia!)

Aunque realmente no tuvimos la bienvenida que nos esperábamos al entrar al país, pues al dirigirnos a cruzar la frontera nos pararon y nos tuvieron una hora y media registrándonos la furgo de arriba a bajo. Su búsqueda se centraba en encontrar algún tipo de droga en la furgo y como no encontraban absolutamente nada, nos hicieron pruebas en la ropa con un spray para ver si habían restos y le hicieron hacer una prueba de orina a Javi para saber si había consumido. Como no dio positiva ninguna de las pruebas hechas, el Tulli (como se llaman los policías de aduanas en Finlandia) siguió rebuscando dentro, mientras una mujer Tulli muy amable, nos invitaba a tomar café en el interior del puesto fronterizo.  Finalmente, tras buscar y rebuscar como no encontró nada nos dejó marchar.
Que malo es estar cargado de prejuicios!

Como siempre nos gusta ver el lado positivo de las cosas, de toda esta historia aprendimos el porque este año es el año del lemming (como nos había comentado el guía que nos llevó a ver Musk Ox en el sur de Noruega) pues jamás habíamos entendido el porqué, son como los chinos pero en vez de tener el año del perro tienen el año del lemming?

Pues no! Misterio solucionado! La tulli nos explicó que estos graciosos roedores aparecen cada aproximadamente 30 años en grandisimas cantidades y luego de golpe desaparecen y no se les vuelven hasta pasadas 3 décadas.
Damos fe de que realmente son como una plaga, el norte del país esta colonizado por ellos, por la carretera ves muchísimos chafados por los coches y muchos otros atacados por algún depredador, además de muchisimos más vivos corriendo por todas partes. Ika y Tara están muy agradecidas de haber venido el año del lemming, pues han descubierto que son relativamente fáciles de cazar y muy a nuestro pesar, pues intentábamos evitarlo a toda costa, se ha convertido en el pasatiempos de estos últimos días! Aunque estamos contentos de que estén recuperando su instinto de perro perdido al vivir tanto tiempo sobre asfalto!



Ahora si, Tervetuloa Soumi! Como nos tuvieron tanto rato ahí, paramos en el primer apartadero que encontramos a pasar la noche para al día siguiente emprender nuestra primera etapa en esta país.

Suomi o Finlandia como lo conocemos nosotros, es el séptimo país más grande de Europa. Como datos curiosos decir que el 10% del total del territorio esta cubierto por agua (187.888 lagos) el 69% es bosque, el 8% es terreno cultivado y el 13% restante es zona urbanizada. Es por este motivo que se le considera uno de los países con naturaleza más salvaje y virgen del continente además de ser el pulmón de toda Europa.

La zona que vamos a recorrer, la conocida como Laponia, ocupa el 30% de la superficie del país pero solo viven en ella el 3,6% de la población, la mayoría en Rovaniemi e Ivalo, con lo que viajar a través de esta región es viajar al reino de los espacios abiertos, los horizontes infinitos y el silencio.

Nuestro primer destino fue Inari, capital Sámi en territorio Finlandés y hasta ella fuimos por la carretera 971 que bordea el grandioso lago Inari de más de 1.000 km2  y que alberga hasta 3000 islas e islotes en su interior.

A Javi que le gusta coger esos caminos de tierra que parecen no llevar a ningún lado, a veces es así y tenemos que dar media vuelta pero muchas otras acierta y nos lleva a bonitos lugares donde no hay nadie como en este caso, donde acabamos comiendo a orillas del lago al lado de unas pocas cabañas. Paseando por los alrededores nos encontramos con un curioso WC en medio de la nada. Aunque vivamos apartados del mundo a todos nos gusta hacer nuestras necesidades tranquilos y en la intimidad!

A lo largo de esta carretera, a parte del espectáculo paisajístico de frondosos bosques de coníferas que parecen no tener fin, te encuentras con un pueblo Sámi, Sevettijärvi, quienes orgullosos tienen la placa del nombre del pueblo rodeada en una escultura de troncos, pintados con los colores de su bandera y coronada por una cornamenta de un reno.

Finalmente llegamos a Inari a orillas del lago, famosa por ser un buen lugar donde comprar artesanía Sámi (aunque con un toque muy comercial), por albergar una iglesia Sámi, el parlamento Sámi y por el Museo sobre este pueblo donde además tienen una sección sobre fauna y flora ártica.

Este pueblo de no más de una calle principal donde se reunen todos los comercios y el museo no tiene mayores atractivos que los mencionados. Aun así dimos una vuelta y aprovechamos para comprar un par de pequeños postales con motivos Sámis.

Como en esta ciudad no se nos ofrecía un buen lugar donde pasar noche decidimos continuar unos kilómetros más hasta encontrar una área de pic-nic rodeada de frondoso bosques donde pasamos noche. En este país a diferencia de Noruega, no es tan fácil encontrar sitios donde dormir por la carretera, pues no hay tanta oferta de zonas de descanso, pero con un poco de paciencia siempre acabas encontrando algún bonito lugar.
En las ciudades o pueblos un poco más grandes no es tan problemático pues casi todas ofrecen grandes parkings donde pasar noche.

A la mañana siguiente, con bastante frío y con un poco de lluvia llegamos a Ivalo, ciudad que no vale absolutamente nada pero que ofrece muchos servicios. Paramos a comer y seguimos con nuestra ruta.

Durante todo el camino por la carretera no te separas de los magníficos bosques, kilómetros y kilómetros de solo bosques y alguna que otra cabañita perdida en tan bonito entorno, quizás a orillas de algún lago o río o solamente rodeada de altísimos árboles.

Seguimos con nuestro rumbo hacía el sur hasta llegar al pueblo de Saariselkä que más que un pueblo es un enorme complejo para albergar a toda la gente que viene a practicar ski, ski de fondo o senderismo en o por los alrededores del Urho Kekkosen Kansallipuisto National Park. Este parque es el más grande de toda Finlandia y es considerado uno de los más salvajes ya que reune bosques de coníferas, montes, cañones profundos, un sotobosque impenetrable y zonas de taiga además de ser el habita de osos pardos, alces, zorros, nutrias y centenares de renos.

Como llegamos a la tarde dejamos la excursión para el día siguiente, y aprovechamos las pocas horas de luz que quedaban, ya que cada día se hace de noche más y más pronto, para dar una vuelta por los alrededores del pueblo. Nos encontramos con la sorpresa de que habían habilitados algunas partes de los senderos para ski de fondo, con lo que en algunos tramos los senderos estaban compartidos entre tierra y nieve. Una cosa destacable del lugar es que a lo largo de los caminos hay varias cabañas de madera a modo refugio donde gratuitamente puedes pasar noche o parar a comer.

Al día siguiente, con bastante buen día, y tras haber estudiado las millones de opciones que te da el parque para caminar, nos dirigimos hacer nuestro sendero. Escogimos uno no demasiado largo, unos 6 km que como todos estaba muy bien indicado y con explicaciones en varios puntos de la formación geológica del parque o de la flora del lugar.

Este sendero discurría por una parte boscosa al inicio para poco a poco ir subiendo y adentrarnos en la tundra desde donde tenias una vista impresionante de las hectáreas y hectáreas de bosque que forman todo el parque. El tramo final, de nuevo, atravesando preciosos bosques y algún que otro pequeño riachuelo.

Debemos decir que todo el sendero estaba muy bien preparado, con tramos entarimados para evitar los barrizales, y como ya hemos comentado señalizados cada pocos pasos y con mapas en casi todos los cruces con lo que perderse es casi imposible.

Este parque esta considerado uno de los mejores para practicar senderismo con lo que suponemos que el organismo que gestiona el parque intenta cuidarlo para no perder este status.

Como se nos hizo tarde decidimos pasar noche en uno de los parkings del pueblo, donde conseguimos electricidad gratuita y internet.

A la mañana siguiente nos encontramos con que habíamos pasado la noche más fría desde que habíamos empezado el viaje. Habíamos llegado a una mínima de -7 en el exterior y 0 en el interior de la furgo. Con lo que os podéis imaginar lo helado que estaba todo nuestro entorno y nuestra furgo.

El pequeño río que teníamos al lado estaba totalmente congelado y el  agua de nuestras queridas compañeras cubierta por una capa de hielo! Además de por supuesto todos nuestros cristales congelados y toda la vegetación teñida de color blanco.

Menos mal que no teníamos prisa por marcharnos pues si no no se como hubiéramos hecho para quitar todo el hielo que nos rodeaba. Tuvo gracia porque el día anterior nos habíamos comprado una pequeña rascleta para quitar el hielo de los cristales, que pensábamos que quizás no haríamos servir jamás, pero justo al día siguiente fue de vital importancia para poder limpiar todos nuestros cristales una vez les había dado un pelín el sol.

En fin, aprovechamos para ir a ver una pequeña exposición de ropas tradicionales Sámi que teníamos justo al lado. Donde estaban los trajes masculinos y femeninos de cada una de las regiones. Una curiosa exposición gratuita rodeada de un supermercado y un par de restaurantes en el mismo edificio donde esta la información turística.

Os dejamos una par de fotos, la primera pertenece a los Sámi de Nesseby (Varanger Fjord - Norge) y en la segunda se pueden ver las ropas de invierno de quienes viven en la zona de Tana (Norge) o Utsjoki (Suomi).



De esta manera abandonamos la zona más norte del país para seguir nuestra ruta hacía el sur!

2 comentarios:

  1. que simpáticos los tulli! me ha gustado esto que tengan vaters en medio de los bosques por si te viene un apretón je je je ala, hacia el sur que hace frio

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  2. Si si .. poca broma con los tullis!
    Lo de los WC es genial, solo lo hemos visto en Finlandia, tienen tantos kilómetros de bosques que si tienes que esperar a llegar a un lavabo público "urbanita" ...

    El frío ya se hace notar, hoy nos hemos levantado de nuevo con todo el entorno congelado y a unos -1º. Ahora ya estamos llegando a Stockholm, en un par de días visitaremos la capital.

    Un abrazo!

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