Dinamarca .. esto ya suena más exótico, no?
Cierto es que llegamos a tierras danesas sin saber muy bien hacía donde ir. Nos miramos el mapa y vimos que a poca distancia de la frontera alemana había una pequeña isla conectada por carretera, así que decidimos ir hacía ahí a pasar unos días de isleños!
Nada más llegar empezó a diluviar como hacía tiempo que no veíamos llover, asi que pasamos un día tranquilo encerrados en la furgo, aprovechando los frecuentes cambios de tiempo (es un país muy llano y con mucho viento, así que tal como vienen las nubes se van y vuelven a venir otras ..) para salir a dar una vuelta por el pequeño pueblo donde estábamos aparcados. En este pueblo habían unas curiosas casas en forma de cubo y con grandes ventanales, muestra de la famosa arquitectura moderna de Dinamarca. Por lo que pudimos ver tenía el parking entre los pilares de la casa, y tres niveles más. En la planta baja no veíamos que tenían, en el segundo nivel parecía ser la estancia principal, salón-comedor, cocina, habitaciones y suponemos que algún lavabo .. y en el tercer piso un fantástico solarium-terraza con unas muy buenas vistas al mar.
El día siguiente amaneció soleado y nos fuimos a ver la gran playa que ocupa toda la zona suroeste de la isla, no podíamos imaginar lo que nos íbamos a encontrar. De repente el asfalto termina y una enorme extensión de arena te da la bienvenida, es imposible ver donde empieza el mar, solo ves arena y más arena! El único elemento que te hace sentir que estas en una playa son los ferrys que ves pasar en la lejanía.
El día siguiente amaneció soleado y nos fuimos a ver la gran playa que ocupa toda la zona suroeste de la isla, no podíamos imaginar lo que nos íbamos a encontrar. De repente el asfalto termina y una enorme extensión de arena te da la bienvenida, es imposible ver donde empieza el mar, solo ves arena y más arena! El único elemento que te hace sentir que estas en una playa son los ferrys que ves pasar en la lejanía.
En este caso un vídeo vale más que mil palabras, es impresionante la sensación de conducir por la inmensidad de ese lugar.
En estas playas, muy alejadas de nuestro concepto de playa, no se toma el sol ya que el viento es horroroso y si te da un sofocón antes de llegar al
agua te desmayas seguro!! se practican deportes, algunos más conocidos como el windsurf o el kitesurf y otros desconocidos por nosotros como el strandsejlads. A ver quien es el listo que sabe lo que es! Como suponemos que no existirá tal listo si no ha visitado Romo, os lo explicamos: son una especie de karts a vela. Os dejamos una foto de sr google. También existe la modalidad de Kart con cometa.
agua te desmayas seguro!! se practican deportes, algunos más conocidos como el windsurf o el kitesurf y otros desconocidos por nosotros como el strandsejlads. A ver quien es el listo que sabe lo que es! Como suponemos que no existirá tal listo si no ha visitado Romo, os lo explicamos: son una especie de karts a vela. Os dejamos una foto de sr google. También existe la modalidad de Kart con cometa.
Es curioso ver que la playa esta dividida en zonas, todos los practicantes de cada deporte tienen su propia parcela y así no se molestan unos a otros, cosa comprensible viendo la velocidad que alcanzan estos cacharros.
Nos quedamos a comer en la "playa" y por la tarde fuimos hacia el norte de la isla a través de los caminos interiores recorriendo los diminutos pueblos de la zona, muchos de ellos con casas tradicionales de techo de paja parecidas a las que habíamos encontrado por Holanda.
Así llegamos al pueblo de Lakolk el más turístico de la zona con la esperanza de encontrar una playa de verdad, y bueno, más o menos la encontramos. Esta vez la extensión de arena no era tan grande y el acceso al agua era posible. La arena estaba llena de autocaravanas y coches, el mar repleto de windsurfistas y kitesurfistas y la orilla repleta de navajas muertas, una pena para nosotros pero no para Tara que descubrió de nuevo, tras probar las ostras de Îlle de Ré, su afición marisco degustando unas suculentas cascaras de navajas!
Así llegamos al pueblo de Lakolk el más turístico de la zona con la esperanza de encontrar una playa de verdad, y bueno, más o menos la encontramos. Esta vez la extensión de arena no era tan grande y el acceso al agua era posible. La arena estaba llena de autocaravanas y coches, el mar repleto de windsurfistas y kitesurfistas y la orilla repleta de navajas muertas, una pena para nosotros pero no para Tara que descubrió de nuevo, tras probar las ostras de Îlle de Ré, su afición marisco degustando unas suculentas cascaras de navajas!
Teníamos intención de pasar noche en la playa pero tras ver que todos los compañeros autocaravanistas se iban decidimos hacer lo propio, pues había una clara prohibición de pernocta en la entrada y no queriamos que nos vinieran a dar las buenas noches en danés! Y como la prohibición de pernocta estaba extendida a toda la isla decidimos volver a tierra firme y pasar la noche en Skærbæk.
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