ITALIA - TOSCANA: SIENA Y PIENZA

Para finalizar nuestra ruta por Toscana aún nos quedaban un par de sitios pendientes, Siena y Pienza. Aunque en Barga habíamos conocido a un tendero que nos recomendó mil y un sitios que visitar, la realidad es que no disponemos de tiempo infinito con lo que decidimos reducir sus recomendaciones a estos dos destinos.

Nuestra primera parada fue Siena, fundada según cuenta la leyenda por el hijo de Remo por lo que el símbolo de la loba amamantando a Rómulo y Remo se repite constantemente por toda la ciudad.

Calles del centro histórico de SienaSegún los historiadores la población fue fundada por los etruscos y posteriormente se convirtió en ciudad de la mano de los romanos. En el siglo XII la riqueza e importancia de la ciudad aumentó considerablemente gracias al comercio, lo que le llevó a varias guerras con su eterna rival Florencia. Finalmente Siena tuvo que recapitular y caer bajo su poder. En el siglo siguiente su importancia siguió en aumento hasta que en 1348 la peste mató a dos tercios de sus 100.000 habitantes (actualmente Siena tiene una población de poco más de 50.000 habitantes) lo que conjuntamente con la entrega de la ciudad a Cosme I de Médicis quién prohibió a sus habitantes trabajar como banqueros, llevó a Siena al declive.

Lo que por un lado fue una desgracia para sus habitantes y gobernantes, ha sido una bendición para el turismo, pues la falta de inversiones hizo que no se renovara ni se hicieran nuevas construcciones con lo que hoy en día el centro histórico se conserva sin muchas alteraciones.

Edificios del centro histórico de Siena

Hay quién dice que Siena puede rivalizar en belleza con Firenze, en nuestra humilde opinión, Firenze le pega mil patadas.

En fin, después de esta pequeña introducción os explicaremos como fue nuestro agradable paseo por Siena. Llegamos a la ciudad y nos encontramos con el mismo problema de siempre, dónde aparcar. Encontramos un parking para autocaravanas con tarifa, cara, para todo el día, otro en el que nos daba miedo dejar la furgo y obviamente prohibición en todos los cercanos al centro. 

Como siempre nos tocó dar vueltas, hasta que encontramos un parking al lado de un complejo deportivo donde habían bastantes Ac’s aparcadas (tenían toda la pinta de ser las ac’s de los vecinos de la zona). Aunque el parking estaba alejado del centro, hay una parada de autobús justo al lado, donde hay el bus nº 9 que te lleva al centro. (Todo esto lo descubrimos gracias a un abuelete que nos ayudó a enterarnos de cómo iban las líneas de los buses).

Bien, llegamos al centro y nos encontramos con la curiosa Piazza del Campo que tiene la peculiaridad de ser muy inclinada. Vamos, que no sirve para echarse un partidillo de fútbol!  Rodeada de bonitos edificios y del Palazzo Comunale con su impresionante torre de 102 metros esta plaza es el corazón de la ciudad.


Piazza del Campo Siena

Palazzo Communale en la Piazza del Campo de Siena

Duomo de SienaSin duda alguna el Duomo es otra parada obligada, dicen que es uno de los mejores exponentes de arte gótico del país. Nosotros no pudimos entrar porque íbamos con las perras pero seguro que era bien bonito.

El paseo siguió por sus bonitas calles empedradas hasta llegar a la plaza del mercado, la cual nos recordó mucho a las vistas en nuestros viajes por Francia.

Poco más tenemos para contar sobre Siena. La visita fue agradable y es un buen lugar para darse un paseo.

Centro histórico de Siena

Para acabar nuestro día decidimos irnos a Pienza, Patrimonio de la Humanidad. Pequeñísimo pueblo que nos recibió con un ambiente frío y su iglesia y piazza central en reconstrucción. Es lo que tiene viajar fuera de temporada!

El encanto de Pienza recae en pasear por sus calles y recorrer sus fotogénicos rincones de calles y casas de piedra.  

Casas de piedra de las calles de Pienza

Pienza es conocida por su queso Pecorino (queso de oveja), así que no nos podíamos ir de ahí sin comprar uno. Entramos en una tienda de productos locales y una chica muy agradable nos dio a probar los diferentes Pecorinos, nos quedamos con uno de los curados en hojas de nogal, tampoco nos pudimos resistir a comprar una pieza de Salumi de cerdo. Buenísimos uno y otro!

Con la despensa cargada de producto local, pusimos punto y final a nuestra etapa por la Toscana. Recomendable 100%.

Iglesia de Pienza

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