SUECIA - PITEÅ Y ÖJEBYN

Seguimos con nuestra ruta por el golfo de Botnia hasta llegar a Piteå.

Por el camino nos encontramos con nuestra cuarta silla gigante, no entendemos porqué hay tanto afán de hacer este tipo de construcciones, pero a nosotros nos resulta muy divertido subirnos a ellas para hacernos una foto! Que no dejen nunca de construir sillas gigantes!

Antes de llegar a la ciudad paramos en Öjebyn, una villa iglesia situada a escasos 5 km.

Hoy en día Öjebyn mantiene una pequeña parte de antiguas casitas viejas pero ha desarrollado otra de construcciones más modernas con lo actualmente tiene la consideración de pueblo.

De nuevo nos volvimos a encontrar con las pequeñas cabañas de madera apretujadas unas con las otras pero esta vez sustentadas sobre grandes piedras y siempre entorno a la bonita iglesia de color blanco.

Paseamos entre las callejuelas chafardeando por las ventanas y descubriendo que poca gente vive en estas casa más bien daba la sensación de ser un lugar de veraneo o para pasar algún fin de semana.


La zona esta dividida entre las antiguas cabañas y las más modernas casas de mayor tamaño y mejores prestaciones donde si viven la gente del lugar y se sitúan un poco a las afueras de la zona antigua.

También nos encontramos con una zona de antiguos almacenes de madera dispuestos en una pequeña parcela de césped de forma totalmente aleatoria, daba la sensación de que cada uno plantó su almacén donde le apeteció sin seguir ningún tipo de patrón.

Pasamos un agradable rato paseando por el lugar acompañados de un día radiante.

Por la tarde noche llegamos a Piteå una ciudad que puede ser pasada de largo sin problema, no tiene mayores atractivos que una calle comercial con una bonita plaza y una de las iglesias de madera más antiguas de la región que fueron de las pocas que sobrevivieron a la quema de territorios por parte de los Rusos en 1721 debido a que la utilizaban de cuartel general.

Lo más conocido de la zona se encuentra en Havsbadet a unos 8 km al sur de la ciudad donde hay un gran complejo turístico entorno a una de las pocas playas de la zona. Hoteles, apartamentos, camping, restaurante .. tiene todo lo necesario para quienes les gusta pasar un verano masificado.

Intentamos encontrar algún lugar donde aparcar y pasar el día, pues hacía un sol espléndido que invitaba a quedarse cerquita del mar, pero por esta zona estaba imposible, así que nos aventuramos a intentar descubrir algún otro lugar.

Tras no demasiadas vueltas, aparecimos a través de una pequeña carretera en un diminuto puerto, un sitio que parecía estar esperándonos! Cerquita del mar, tranquilo y con electricidad gratuita! Perfecto! Pasamos el día disfrutando del solete aprovechando para hacer tareas pendientes, como la de hacer pan. A nosotros nos encanta el pan y hacía tiempo que llevábamos paseando en la furgo los ingredientes necesarios y decidimos que había llegado el momento!

Como resultado ... buenísimos panecillos artesanos!