SUECIA - LULEÅ

Hola a tod@s,

Hace tiempo que tenemos un poco abandonado el blog y las quejas han empezado a oírse, pues bien aquí llega una nuevo relato.

Dejamos atrás territorio finlandés para seguir recorriendo el Golfo de Botnia por la parte sueca. Esta vez el cruce de fronteras no supuso ningún problema ya que se encuentra en medio de dos ciudades fronterizas y el cruce de territorios se lleva a cabo sin dejar de ver edificios en ningún momento, para los que conozcáis Barcelona sería como ir a L'Hospitalet.

Nuestro primer destino fue la pequeña ciudad de Luleå.

El principal atractivo de este lugar es su parte antigua, Gammelstad, Patrimonio Mundial de la UNESCO, situado a 8 km del centro de la ciudad. Nos sorprendió mucho que la zona antigua no se encontrase en el centro de la propia ciudad, de hecho hemos de confesar que pasamos un buen rato buscándolo.

Al informarnos un poco más sobre la historia del lugar entendimos el porqué. Esta fue movida a su actual ubicación en 1649 debido al retroceso del nivel del mar (9mm por año), hecho que dejo innavegable el canal que los unía al golfo obligando a sus habitantes a desplazarse a una nueva ubicación más costera, quedando la ciudad dividida en dos partes la antigua y la nueva.

Nosotros al desconocer este hecho empezamos la ruta por la parte nueva. Aparcamos y fuimos a dar un paseo por las calles del centro de la ciudad, la principal arteria es una calle repleta de tiendas donde pudimos disfrutar de un buen ambiente de sábado.

Al final de esta calle, frente al mar te encuentras con una gran zona verde con senderos y zonas para practicar deporte, allí aprovechamos para dejar correr un buen rato a las fieras mientras contemplábamos el paisaje. En esta misma zona se encuentra el principal museo de la ciudad, gratuito, y algún que otro bonito edificio.


Otra de las zonas destacables de la ciudad es el pequeño paseo que recorre la zona urbana cercana al mar, donde hay algunos bares y restaurantes en antiguos almacenes de madera que suponemos en verano tendrán animadas terrazas. También hay un curioso escenario de teatro al aire libre con le mar como telón de fondo.

Tras hacer este pequeño recorrido y buscar la zona vieja, ¿dónde estará? nos dimos cuenta de nuestro error de cálculo, así que volvimos con Furguiburi quien amablemente nos llevó hasta Gammelstad.

Hay que remontarse hasta el siglo XV para entender el origen de Luleå, pues fue en esa época cuando los granjeros que habitaban la zona construyeron una iglesia de piedra dando inicio a la formación de lo que posteriormente en 1621 gozó del título de ciudad. En su origen se trataba de una villa-iglesia, cuya misión era dar alojamiento a los peregrinos que venían desde lejos a las celebraciones religiosas y no podían regresar en el mismo día a sus hogares. Esta fue creciendo con el tiempo hasta llegar a tener 424 pequeñas casas de madera constituyendo la mayor villa de este tipo de toda Suecia.


Al empezar nuestro paseo por la zona recorrimos varios de los caminos donde se encuentran este tipo de casitas, vimos que había de diferentes tamaños aunque la mayoría de ellas disponían, por lo que pudimos ver a través de las ventanas, tan solo de una estancia donde se encontraba una cocina-calefacción de leña y hoy en día algún sofá-cama o algo por el estilo. Suponemos que antiguamente los peregrinos dormían dónde podían y dependiendo del número de miembros de la familia se les asignaba una casa o otra.


Toda estas casitas se encuentran abarrotadas entorno a la iglesia, como se puede ver en la foto:

Con el paso del tiempo se fueron construyendo nuevas viviendas donde la gente se iba asentando, dejando de ser simplemente un lugar de paso para pasar a ser un pueblo y posteriormente convertirse en una ciudad.

Continuamos nuestro paseo por esta zona y pudimos ver casas que seguían manteniendo el mismo estilo constructivo pero mucho mas grandes y con todos los elementos necesarios para vivir en el siglo XXI.

Hay que comentar que la mayoría de las casas que forman la villa iglesia no están habitadas permanentemente, suponemos que tan solo en verano, mientras que las de esta zona si que muestran signos de tener inquilinos habituales.

Nos pareció una zona muy bonita y tranquila donde finalizar nuestra visita a las dos Luleås.