Antes de pasar la frontera teniamos un par de cosas pendientes en este país: Ir a una area que nos recomendó un amigo jubilado holandés por ser su preferida y ir a Bourtange un pueblo curioso.
El area, como ya comentamos en el apartado de Dónde dormimos? se encuentra en un rincón muy acojedor dentro de un pueblo que no vale demasiado. Aprovechamos para rellenar y vaciar depósitos y aprovechando la electricidad sacamos nuestro maravilloso horno para hacernos unas pizzas y unos panninis caseros!!

Para entender la gracia de este pueblo hemos buscado una foto en Google para que se pueda apreciar bien la grandeza del lugar.
El pueblo es diminuto, consta de una plaza en el centro de la estrella y diferentes calles que salen de ella hacía las puntas. Todo rodeado de un foso y de la muralla. Es una fortificación construida en el 1500 y restaurada posteriormente en 1964 dándole la apariencia que tenia en 1742.
Así que aprovechamos la ocasión de meternos en un molino auténtico holandés y realmente valió la pena. Hacía bastante viento y el ruido y el movimiento eran considerables, daba su mal rollito! Pero bueno pudimos ver las entrañas del molino.
El paseo por la muralla que junto al foso rodea todo el pueblo es también muy agradable y permite disfrutar de unos bonitos paisajes. Además no es un lugar excesivamente turístico por lo que el ambiente es muy relajado.
Parece que ahora si ha llegado el momento de despedirnos de este magnifico país, nos vamos con muy buen sabor de boca y sabiendo que es un país donde volveremos!! Así que... Hasta pronto Holanda!!
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