Dejando atrás Firenze, llegamos a la Toscana que estábamos esperando, la
que sale en google, recordáis?
Colinas, cipreses, masías, olivares y muchos viñedos ... bonito bonito!
De camino a nuestro siguiente destino cruzamos todo el valle del Chianti através de la carretera SR22. Esta zona es conocida por ser el lugar donde se elabora el vino de chianti, vendido bajo la marca comercial del Gallo Negro.
De camino a nuestro siguiente destino cruzamos todo el valle del Chianti através de la carretera SR22. Esta zona es conocida por ser el lugar donde se elabora el vino de chianti, vendido bajo la marca comercial del Gallo Negro.
Como ninguno de los dos somos grandes amantes del vino, disfrutamos de las
bonitas vistas pero no visitamos ninguna de las millones de bodegas que
salpican los rincones de la zona. Si os interesa el vino es una zona muy
recomendable!
Esa noche la pasamos en un Fattore Amico, pensareis y eso que es?
Pues ahí va la explicación: en Italia, como en otros países como Francia o España existe una red que agrupa diferentes granjas, masías, caseríos o como le queráis llamar, que ofrecen una zona en su terreno para que las autocaravanas pasen la noche. Pagas una cuota anual (en el caso de Italia es de 35€) y con ello te dan una guía y un carnet. La gracia de estos lugares es que normalmente elaboran diferentes productos, vinos, miel, aceite, mermeladas etc. y te ofrecen la oportunidad de dormir en un entorno rural y si te apetece de poder comprar productos locales.
Al día siguiente nos fuimos hacía San Gimignano donde nos lo pusieron bastante difícil para aparcar.
Pues ahí va la explicación: en Italia, como en otros países como Francia o España existe una red que agrupa diferentes granjas, masías, caseríos o como le queráis llamar, que ofrecen una zona en su terreno para que las autocaravanas pasen la noche. Pagas una cuota anual (en el caso de Italia es de 35€) y con ello te dan una guía y un carnet. La gracia de estos lugares es que normalmente elaboran diferentes productos, vinos, miel, aceite, mermeladas etc. y te ofrecen la oportunidad de dormir en un entorno rural y si te apetece de poder comprar productos locales.
Al día siguiente nos fuimos hacía San Gimignano donde nos lo pusieron bastante difícil para aparcar.
Millones de parkings rodeaban el centro pero en
ninguno dejan aparcar a las AC's y volvemos a la historia de siempre, una área muy chula aunque muy lejana del centro y donde además el único precio es para 24 horas. Pagar 20€ por dar un paseo nos parece demasiado.
ninguno dejan aparcar a las AC's y volvemos a la historia de siempre, una área muy chula aunque muy lejana del centro y donde además el único precio es para 24 horas. Pagar 20€ por dar un paseo nos parece demasiado.
Finalmente encontramos un parking
relativamente bien situado para poder aparcar y salir a conocer este curioso pueblo, conocido como el Manhattan medieval.
Detrás de sus murallas 15 torres son el telón de fondo en este pueblo medieval, cuyas casas, torres e iglesias están todas construidas en piedra, característica típica de este tipo de lugares del medievo. Bonitas plazas dan paso a calles empedradas bordeadas por imponente casas con chimeneas humeantes. Realmente un ambiente muy acogedor y bonito.
Detrás de sus murallas 15 torres son el telón de fondo en este pueblo medieval, cuyas casas, torres e iglesias están todas construidas en piedra, característica típica de este tipo de lugares del medievo. Bonitas plazas dan paso a calles empedradas bordeadas por imponente casas con chimeneas humeantes. Realmente un ambiente muy acogedor y bonito.
En verano tiene pinta de estar bastante hasta
arriba, pues a parte de los parkings para autocares hay cantidad de tiendas de souvenirs, vinos y comida, y por suerte en estas fechas muchas de ellas estaban cerradas. Ambos factores son la clara representación de un pueblo que
está totalmente encarado al turismo, lo que en nuestra opinión es una pena pues hace que la calle principal pierda su esencia para transformarse en un escaparate de pasta y vino.
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