Nuestra ruta siguió hasta Konsberg, pequeño pueblo del cual habíamos leido que le pasaba el río por el medio pero no podiamos imaginar que sería un rio tan caudaloso y grande como el que nos encontramos. Quizás la mayor atración del pueblo, ya que él en si mismo no tiene nada de especial. La suerte fue que justo llegamos el último día del Festival de Jazz hecho que hizo que sus calles estuvieran muy animadas, con música en directo, terrazas en la calle y una zona de conciertos. Pasamos una buena tarde hasta que un diluvio nos hizo volver corriendo a la furgo.
El día siguiente no amaneció mejor climatologicamente hablando, pero eso no hizo truncar nuestros planes y nos dirigimos hasta la iglesia de Heddal, la más grande de toda Noruega.
Aunque la llegada no fué fácil ya que le pusimos a nuestro amigo Tom Tom ir a Heddal y ahí nos llevó por la carretera 37 (muy bonita) pero no era el Heddal que nosotros queriamos. Ojo! En Noruega hay muchos pueblos que comparten nombre!! Una vez solventado nuestro error y tras recorrer unos quilómetros más llegamos, esta vez sí, al Heddal correcto, cercano a Notodden.
Nos pareció preciosa y muy distinta a toda iglésia vista hasta el momento. La iglesia de Heddal, como muchas otras iglesias antiguas de este país, esta toda hecha de madera tanto el exterior como el interior, y sus multiples tejados en punta le dan una aparariencia de cuento.
Una vez vista a iglesia, muy recomendable a todos lo que pasen por esta zona, nos fuimos hacía Seljord. Durante la ruta por carretera empezamos a ver las maravillas de esta país. Cascadas, grandes montañas, lagos, rios, preciosos valles .. esto solo era el principio de todo el poder que tiene la naturaleza en este lugar. Pasamos por pequeños pueblos, con casas con los tejados repletos de vegetación, con pequeñas y antiguas cabañas de madera aposentadas sobre pilares de pieda o madera tallados a mano .. en fin una maravilla!