NORUEGA - VALLE DE SETESDAL

Debido al gran desgaste físico que sufrimos en la subida al Gausta decidimos tomarnos unos días tranquilos recorriendo el valle de Setesdal.

Este valle es una de las zonas menos turísticas del país y también una de las más tradicionales y puedes recorrerlo por la carretera 9 que une Haukeligren (en el norte) con Evje (en el sur). Nosotros no lo recorrimos entero pues a medio camino nos desviamos hacia Lysebotn.

La grandeza de este lugar recae en los paisajes que puedes ir encontrando más que en las atracciones turísticas ofrecidas, así que poco tenemos que contar y centraremos esta entrada en ir describiendo la naturaleza del lugar añandiendole nuestro toque de gracia particular.

Al inicio de la carretera puedes disfrutar de un entorno de montaña en el cual predominan las casas de madera con el techo recubierto de vegetación que por lo que vamos viendo es típico de las zonas montañosas del país y que en un principio nos llamó mucho la atención pero ahora ya pensamos en poner césped y algún que otro matorral en el techo de furguiburi! Es alucinante pues en algunos techos puedes encontrar hasta pequeños árboles.


Por la zona también puedes encontrar varios complejos dedicados al esquí, aunque en esta época del año solo puedes ver los remontes parados y algunos de los pequeños edificios destinados a albergar en invierno a los esquiadores ahora ocupados por quien  disfruta del entorno.


Continuando por la carretera llegamos a una zona donde se empiezan a ver pequeños lagos, típicos de estas alturas alimentados por el agua del deshielo y rodeados de zonas boscosas y algunas pequeñas colinas.

Siguiendo hacia el sur empieza el descenso hacía el valle propiamente dicho y de estos pequeños lagos surgen ríos y riachuelos que desembocan en multitud de lagos que a su vez vuelven a crear nuevos ríos de mayor caudal y de ese entramado acaba surgiendo el río Otra que recorre todo el valle de Setesdal.

Era impresionante ver reflejado en el agua cristaliana de estos lagos toda la vegetación circundante así como el cielo.

Nos gustó especialmente una parte del camino en el cual puedes ir viendo la formación de pequeños islotes rocosos, en algunos casos recubiertos de vegetación, en el lecho del río. La verdad que es un lugar maravilloso.

Finalmente tras recorrer unos cuanto kilómetros llegas al valle y como ya estábamos un poco cansados decidimos buscar un lugar donde pasar la noche y finalmente encontramos una buena zona rodeados de montañas y cercana al río.

A la mañana siguiente no podíamos empezar nuestra ruta sin antes hacer una de las clásicas "montañas de piedras" y aunque no nos quedó todo lo espectacular que deseábamos, nos hicimos muy orgullosos una foto con ella! La verdad que en la foto parece mucho más pequeña de lo que era... y sino os lo creéis la lástima es que tenéis que venir hasta Noruega a comprobarlo!

Tras hacer nuestra pequeña Torre Eiffel, teníamos la necesidad imperiosa de poner una lavadora y un camping era la mejor solución. El pequeño camping del pueblo llamado Valle situado en un bonito entorno y a orillas del río Otra, sació con creces nuestras necesidades.

Hacía un día esplendido y tras poner la lavadora, por cierto muy bien de precio, decidimos ahorrarnos unas coronillas de la secadora y montar un buen campamento gitano, colgamos ropa de todos los lugares posibles!

Habíamos visto que había un par de kayaks de uso público y por la tarde tras esperar pacientemente nuestro turno, la verdad presionando un poco a unos chavales que hacían al idiota, llego nuestro gran momento! Evidentemente Ika y Tara no se iban a quedar sin ir en kayak, así que la familia al completo fuimos a hacer una excursioncita por las cercanías del camping. Fuimos el espectáculo de todo el camping, fotos, videos, risas, comentarios, al volver algún que otro autógrafo y la verdad no sabemos porque pues no lo hacíamos tan mal!!








Al día siguiente nos fuimos a ver un pequeño museo al aire libre en Rysstad un pueblo enano (ni sale en el mapa) cercano al camping, donde podías encontrar tres o cuatro casas y un par de granjas antiguas que mostraban la forma de vida del valle en la antigüedad. La verdad que fue curioso aunque no pudimos disfrutar del interior de las casas pues el precio nos pareció un poco excesivo para lo que era.

Y así nos despedimos del valle de Setesdal, una bonita y tranquila zona sin aglomeraciones turísticas y donde pudimos disfrutar de una zona de Noruega bastante desconocida.

Próximo destino el Lisefjorden, nuestro primer fiordo nos espera!

4 comentarios:

  1. Si, en esta entrada todas las fotos son de Noruega! Es fácil hacer bonitas fotos en este lugar!!

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  2. Espero que nadie cayera al agua! debe estar fresquita.
    Estan muy majas la Tara i la Ika

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  3. Nadie cayó, aunque la verdad que estas dos se la jugaron bastante!! Hubo un momento que hicimos cambio de parejas y estuvimos a punto de probar el agua del río, que como bien dices estaba congelada! La Tara y la Ika me comentan que muchas gracias por el cumplido, jeje!!

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