La visita a Hamburg no empezó con demasiado buen pie. Tras dar unas vueltas y no ver nada claro donde poder aparcar (en todos lados hay señales de prohibición pero esta todo lleno de coches) nos fuimos a la única área de la ciudad o la única indicada como tal, donde nos soplaron 17€ por noche, por estar en un descampado entre un McAuto y una gasolinera pero eso sí, con todos los servicios (agua, ducha, wc ...) incluidos. Luego paseando vimos que a orillas de Elba, en el puerto había un parking donde aceptaban autocaravanas y suponemos que a mejor precio que en el área, pues parecía no tener servicios.
Teniamos intención de quedarnos un par de días para poder ver bien la ciudad así que primero decidimos hacer la zona más céntrica. Como estábamos a un par de kilómetros nos acercamos en chiringuito bicicletero, aparcamos y empezamos nuestro paseo.
Hamburg quedó bastante destrozada después de la II Guerra Mundial por lo que mucha parte de su centro es relativamente moderno. Gracias a su puerto (el segundo más importante de Europa después del de Rotterdam y el noveno del mundo) recuperó su estatus y su riqueza.
La ciudad queda limitada por el río Elba y el Alster, el cual han estancado creando dos lagos separados por un dique: el Binnenalster y el Außenalster y hay varios canales que cruzan la ciudad.
Todo el centro de la ciudad esta formado por avenidas anchas llenas de tiendas como Zara, Mango y más lujosas de las cuales no sabemos el nombre. Pasamos rápido toda esta zona (aunque es lo que nos recomendaron ver) pues era como pasear por Paseo de Gracia pero sin ser tan bonito. Finalmente llegamos a la plaza Rathaus (ayuntamiento) sin duda el edificio más bonito de la ciudad.
Así que decidimos quemar nuestro último cartucho visitando el barrio de Sant Pauli, del cual habíamos leído que solo habían sexshops y prostitutas, cosa que no nos llama especialmente la atención pero pensamos que quizás encontraríamos algo diferente.
Y asi fue, el barrio de Sant Pauli es el barrio más alternativo y multicultural, cierto es que hay sexshops pero solo en una calle y prostitutas no vimos ni una.El barrio da muy buen rollo, mirar que señal más agradable te encuentras nada más entrar.. seguimos el paseo por el barrio y realmente puedes pasear sin ningún problema, es más, es lo que más nos gustó de la ciudad.
Es un barrio con mucho ambiente, repleto de terrazas y mucha gente joven. En el se respira un ambiente antisistema, todas las paredes hablan por si solas, las farolas llenas de pegatinas .. y lo que principalmente uno se encuentras son insignias antifascistas de los ultras del Sant Pauli, equipo de la segunda Bundesliga.
Supongo que algunos de vosotros habréis visto a gente de estética punk con este logo en sus chaquetas o camisetas, y por si no lo sabéis o por si ellos mismos no lo saben es el emblema del barrio y de los ultra del equipo de fútbol que os comentamos.Por último fuimos a dar un paseo por uno de los parques de Hamburg, hay que resaltar como cosa positiva de la ciudad la cantidad de zonas verdes que tiene, el cual nos llevaba de nuevo hasta el centro pasando por el lago Binnenalster, desde donde puedes disfrutar de la mejor imagen que ofrece la ciudad, viendo reflejadas en el lago cuatro de las principales iglesias y el Rathaus.
En fin, en nuestra opinión una gran ciudad sin mayores atractivos si lo que buscas no es ir de compras!! Al día siguiente planteamos quedarnos un rato e ir a comer a alguna de las terracitas que habíamos visto por Sant Pauli, pero la verdad que aparcar a furguiburi suponía un problema, pues ya os hemos comentado que esta prohíbido por todas partes, así que decidimos recoger el chiringuito e irnos con la música a otra parte!
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